En medio de la creciente inestabilidad en la región del Mar Rojo, la empresa danesa de transporte de contenedores A.P. Moller-Maersk ha tomado una decisión sin precedentes al ordenar a toda su flota que evite la entrada sur de este estratégico mar. La medida se produce después de un ataque a uno de sus buques y la intensificación de los riesgos planteados por los militantes hutíes que operan en la zona.

Los anuncios de Maersk y Hapag Lloyd

Maersk suspende operaciones en el mar rojoLos recientes incidentes han llevado a Maersk a emitir un comunicado, informando sobre la interrupción de los viajes de todos sus barcos hacia el sur del Mar Rojo. Este anuncio se produce después de un ataque casi fatal al «Maersk Gibraltar» y otro ataque a un buque portacontenedores. La empresa ha expresado su profunda preocupación por la seguridad en la región y ha afirmado que estos ataques representan una amenaza significativa para la seguridad de la tripulación y la flota mercante.

Bab al-Mandeb, la estrecha franja de agua que conecta el Océano Índico con el Mar Rojo, se ha convertido en un punto crítico debido a los continuos ataques de los militantes hutíes. Estos ataques, dirigidos especialmente a buques con supuestas conexiones con Israel, han aumentado en los últimos días, incluso cuando las relaciones directas con Israel parecen disminuir. La situación ha llevado a Maersk a solicitar la cooperación internacional para abordar esta crisis y encontrar soluciones que restauren la estabilidad en la zona.

La magnitud de la crisis se refleja en la decisión de Hapag Lloyd, otra de las principales navieras del mundo, de seguir los pasos de Maersk y suspender temporalmente sus travesías por la zona. La empresa alemana ha confirmado que su buque fue atacado cerca de la costa de Yemen, aunque no se reportaron heridos. Ante esta situación, Hapag Lloyd también ha tomado medidas adicionales para garantizar la seguridad de sus tripulaciones y ha ordenado a su flota evitar la región hasta nuevo aviso.

En el ámbito económico, las acciones de Maersk y Hapag Lloyd han experimentado movimientos significativos en bolsa, reflejando la incertidumbre que rodea la duración de la interrupción de las rutas comerciales y los posibles daños económicos. Con Maersk operando una flota de 300 barcos y Hapag Lloyd con 8, la suspensión de sus servicios podría tener un impacto considerable en el comercio global.

La reacción de la comunidad internacional

La respuesta internacional ante estos acontecimientos no se ha hecho esperar. La fragata de la Armada española Victoria se dirige al rescate del buque búlgaro Ruen, secuestrado en el mar Arábigo por piratas. Este incidente, junto con la escalada de violencia en la región, plantea serios desafíos logísticos y de seguridad para la navegación comercial.

La comunidad internacional ahora se enfrenta al desafío de encontrar soluciones rápidas para restablecer la seguridad en el Mar Rojo y garantizar la estabilidad de las cadenas de suministro globales que dependen de esta ruta vital. La situación actual subraya la necesidad de una acción coordinada para abordar los riesgos emergentes en las aguas internacionales.